El sol salía
entre las nubes
que escupían agua
y encharcaban a la gente
de la calle.
El agua
rociaba todos los rincones.
Y sí,
cierto es
que ya no queda nada,
pero aun está el sol
de por medio.
El sol quiere ayudar,
aunque no sabe como,
así que tendrá que aprender,
a aprender a hablar.
Y lo peor,
es que puede que jamás lo consiga,
y puede que las calles sigan encharcadas,
y puede que la gente siga lloviendo,
y solo tal vez el sol lo consiga.
¬ Feliz día de los soles incansables!
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