Y SABIENDO NADAR

Y sabiendo nadar me estoy ahogando.

Será que estoy tragando agua con tanta facilidad
que no paro de atragantarme.

Será que distorsionamos la imagen tantas veces que dejó
de tener sentido para convertirse en otra cosa.

Será que todo nuestro mundo ha dejado de tener nombre propio,
y estamos nadando hacia una huida.

Será que estamos cansados de dar brazadas y más brazadas,
y tal vez por eso nunca conseguimos llegar a puerto.

Será que tal vez ahora solo somos nombres comunes,
pues el privilegio de los propios se los llevó la corriente.

Será que nos hemos quedado en pronombres
despojados de cualquier insignificante adjetivo.

Será que sabemos nadar y preferimos ahogarnos,
solo para no tener que llegar a nuestro, está vez sí, propio destino.

Será que no queremos salir del agua,
y que cada pronombre tome su rumbo.

Será que estamos cansados de que adiós sea la palabra
que más hemos dicho en toda nuestra vida.

Y sabiendo nadar me estoy ahogando.