Cuando todo se te cae y corres a socorrerte pero el mundo está vacío.
Claramente que no queda nadie, todos han salido corriendo como haría cualquiera.
El caso es que tú no lo hiciste, y te quedaste con tus viejas malas decisiones.
Simplemente era otra mala decisión, una más para la colección.
Se suponía que no debía tener ningún impacto ni repercusión, pero ya sabías que era mala.
Así que te quedaste solo en un mundo vacío.
Con todos tus pedazos aplastándote contra el suelo, todo se te ha roto.
Y entonces sí que estás solo, solo de verdad, y sin manera de poder evitarlo.
Porque no hay nada ni nadie que te ayude a dejar de tomar malas decisiones.
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