éramos amantes
de la misma luna.
ambos desconocíamos el engaño,
ambos demasiado enamorados.
a ninguno nos importaba realmente,
solo queríamos ser queridos.
es lo único que siempre hemos querido,
lo único que queremos todo.
queríamos a alguien que nos quisiera,
y la luna parecía la respuesta más obvia.
pero ella nos engañaba,
ella no podía querer.
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