
Meses pasan y siempre cambian,
como veranos volando a alcanzar veranos,
que se te van y te dejan en medio del otoño
tan cerca del invierno.
Y sientes frío, no solo por el viento helado
que comienza soplar sin el caluroso sol,
sientes el frío de la soledad incapaz de abrazarte,
incapaz de todo.
Te puedes preguntar que has hecho para que el verano se vaya,
pero este jamás te contestará, solo tendrás la respuesta del
invierno, rozando lo cruel,
o tal vez es que es muy duro porque es sobre protector.
Porque de tanto miedo de hacer algo de daño,
acaba saliendo lleno de magulladuras,
tan solo por intentar protegerte de ventiscas que jamás te alcanzaron;
y que jamás lo habrían hecho.
Solo esperas que el invierno no se haga muy frío,
y si es así, solo que no sea muy largo, que no sea eterno supongo.
Pero no piensas que solamente estás en otoño, que quedan mese por delante,
aunque este haya sido el último mes de verano, tal vez sea necesario situarse en el hoy.
Piensa que todavía queda otoño para llegar al invierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario