TINTA

La tinta se escurría entre mis dedos,
que no intentaban parar la hemorragia.

Lo que me ocurría,
o lo que me ocurre,
es que ya da igual.

Y no es que a MÍ,
me de igual,
es que al MUNDO le da igual.

Porque si a alguien de verdad
le importara,
no estaría aquí.

Ni siquiera existiría

Habría seguido en el cielo,
siendo aquella estrella,
que desde ningún punto
de la Tierra es visible.

Pero como he dicho,
al mundo le da igual.

Y si al mundo algo le importa,
el Karma va a por él una y otra vez.

Lo leí en un libro de cuyo nombre no me acuerdo.

Ya está,
he dejado de emanar tinta,
supongo que no volveré al cielo.

Aunque espero ir a otro lugar,
ninguno será como el que me hicieron abandonar,
pero la esperanza es lo último que se pierde.

Aunque lo último que voy a perder yo,
será la oportunidad,
de contaros, porque emano tinta.

De aburriros con cosas que a nadie le importa,
es con lo que me despido.