viernes, 20 de enero de 2017

PUNTOS

Imagen de stars, sky, and black and white


Yo adoraba los puntos. 

Me gustaba poder contar 
cuantos finales había escrito, 
cuantas veces había conseguido 
terminar algo de raíz.

Me di cuenta, 
de que solo había tres puntos finales. 

Uno, cuando decidí 

dejar de pensar en ti, a todas horas,
y concentrarme en mi poesía.

Otro, 

para cuando nos besamos por primera vez,
donde dejé atrás, los temores que me impedían quererte.

Y el último, 

para aquella mañana 
de primavera, 
en la que había enlazado 
todos los lunares de tu espalda, 
y había formado nuestra propia constelación
donde por fin, 
dejaríamos la timidez para otras personas,
y donde nosotros simplemente bailásemos 
al son de las cuatro estaciones, o tal vez de Mozart.

Pero eso jamas ocurriría. 

No solo por el hecho de que 
esa constelación no existe, 
sino porque te fuiste, 
y me dejaste tan sola, 
tan rota, 
que rasgue todos los hilos 
con los que había unido cada estrella. 

Esa constelación ni existe, 

nunca lo hizo. 
Porque nuestra historia de amor, 
siempre fue un punto y final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario