Y llega el momento en que el copo de nieve revienta.
Tú no lo ves,
pero lo hace.
Estalla en muy pequeñas porciones,
que se reproducen a tu alrededor.
Y es que la capa de nieve
con la que se suponía que debía de haberse fundido,
ha hecho que explote.
Y al final,
de ese copo de nieve solo queda uno parecido,
pero este está hecho puré, y está completamente destrozado.
Y vuelve lentamente a acercarse a la nieve,
tratando de conseguir hueco en la fina capa que esta va construyendo sobre el suelo.
Pero el copo de nieve está destrozado, y cuando cae,
se desmonta, y ya jamás podrá recomponerse.
Y todas sus partes se desperdigan por el suelo,
y puede que algún día se encuentren de nuevo,
pero lo más probable es que cada uno desaparezca por su lado,
para que nadie más tenga que volver a ver
a un copo de nieve hecho puré.
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