y esperó que no fuera de día.
Apretó los ojos cerrados con fuerza
y cruzó los dedos hasta que dolieron.
Deseando que la noche fuera eterna,
no comprendió que el tiempo andaba.
Salió una noche hasta que se hizo día,
y suspiró al despedir las estrellas.
Solo esperar un día más,
para una noche más.
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