Me gustaría contar que así
acabó todo, con un beso perfecto,
pero tampoco quiero mentir.
Sí, hubo ese beso,
bajo la nieve de invierno,
con lágrimas en los ojos,
y luego te fuiste sin más,
pero hay más.
También me gustaría
mentir sobre esto,
pero ya que estamos contando la verdad;
sí, lloré.
Tú no, ya lo sé,
lo vi en tu mirada,
me dijiste con ella,
que jamás me llorarías,
y sé bien que cumpliste.
Después de aquello,
me volví fría,
soñaba que venías,
y no te recordaba.
Ya sé que tú jamás
soñarás conmigo,
pues tus manos
me lo dejaron bien claro esa noche.
Después no era capaz
de amar a nadie.
Mi corazón me lo habías robado
con ese beso 'perfecto' que fue nuestro 'fin'.
Seguro que tú has encontrado a otra,
porque jamás me amarías para siempre,
eso me lo dijeron tus labios en ese beso.
Jamás volveré a amar,
te llevaste mi amor,
mi corazón,
mi alma;
te llevaste a la persona que amo.
Y ya sé que cuando leas esto,
te reirás de mi,
lo comprendo de todos modos.
Yo misma me doy vergüenza agena,
escribiéndote a ti,
que tan claro me dejaste que me fuera,
aunque fuiste tú el que se fue.
Y ya debo de aprender,
que quien de verdad ama,
jamás da un beso perfecto.
Y debo de comprender,
que si me hubieses amado,
me lo habrías dicho más de una vez.
Y debes entender,
que no te amo, jamás lo haré,
porque en el fondo, eres mi amor.
Siempre tuya,
Tu amor.
PD: Yo te odio, con todos mis órganos, pero éramos, mutuamente, nuestro amor idóneo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario